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Por más que grito no me hacen más caso. ¿Entonces, donde está el secreto?
Te quiero explicar las 4 claves a seguir paso a paso para maximizar las probabilidades de conseguir lo que quieres. A mí me funcionan y a mis pacientes también.
La clave para pedir algo y que te hagan caso está en el cómo lo pido
Lo que aquí te voy a presentar es una de mis mejores técnicas de asertividad para realizar para pedir algo de manera asertiva y aunque parezca fácil, en teoría, en la práctica es todo un arte.
Obviamente hay que tener en cuenta muchos factores como el tipo de petición, la diferencia de poder entre tú y la otra persona y la relación que mantenéis. No es lo mismo que sea tu pareja, un amigo, un familiar, un compañero de trabajo, tu jefe o sencillamente un desconocido. Adaptar esta guía a cada situación y ser capaz de improvisar y adaptarse sobre la marcha es un arte que requiere práctica pero en todos los casos la guía es la misma.
Lo que buscamos aquí es la predisposición de la otra parte y hablar de lo que realmente que queremos. De lo contrario puede que se ponga a la defensiva y no consigamos nada…
Te pongo unos ejemplos de cómo pedir algo para que te hagan caso y así luego te los puedo explicar
Primer ejemplo
Imaginemos que comparto piso con otra persona que es muy desordenada y deja todas sus cosas por la casa. Si voy y le digo algo como:
«¡Eh! Compartimos piso, no una pocilga. ¿Quieres hacer el favor de ordenar tus cosas? Es que eres un guarro y SIEMPRE tienes todo esto hecho un desastre. Aquí vivimos más personas ¿sabes? ¡Y me dan ganar de irme a otro sitio y ya te apañarás con el alquiler!»
Uf… Podré tener más o menos razón pero ¿cómo crees que reaccionaría la otra persona? Puede que me haga caso pero también es muy probable que se ponga a la defensiva y me discuta ese «SIEMPRE» o que parte de la casa está desordenada…
Vamos a transformar esta petición para hacerla más asertiva y facilitar lo que queremos, que retire y/o ordene sus cosas las zonas comunes de la casa.
“Entiendo que son tus cosas pero es que yo no puedo más. v me mata. ¿Qué haría falta para que pusieras de tu parte y por lo menos limpiaras u ordenaras tus cosas de las zonas comunes? Mira te digo esto porque me encantaría seguir compartiendo piso contigo.»
¿Sientes la diferencia? ¿Mejor verdad? ¿Sientes cómo de esta manera doy pie a un diálogo minimizando posibles peleas? De esto se trata.
Te pongo otro ejemplo
Imaginemos ahora que tengo un trabajador que vaguea más de la cuenta y le quiero pedir que deje de hacerlo. ¿vale? Si voy a él y le digo algo como:
«Estamos hartos de que SIEMPRE te estés tocando las narices y como no te pongas las pilas los más probable es que te ponga de patitas en la calle.»
Ufff… ¿No? Es muy agresivo y hasta puede que funcione. El problema es que si abusamos de este estilo de comunicación deteriorará mi relación.
Voy a transformar esta petición siguiendo las pautas que aquí te dicho.
“Hoy a las 11 de la mañana no estabas haciendo lo que se supone que deberías estar haciendo y a mí me sienta muy mal porque yo sí estoy trabajando y somos un equipo. ¿Qué haría falta para que te pusieras las pilas como hacemos todos hasta la hora del descanso? Ya te digo, me encantaría trabajar contigo como equipo y tenemos que arreglar esto.”
¿Diferente verdad? En ambos casos la petición es la misma pero no cómo lo pido.
1º Detallar la situación
- Habla de hechos concretos en situaciones concretas por lo que no digas ni siempre ni nunca. Así evitarás que se ponga a la defensiva
- Habla siempre de tú a yo. Hagámoslo personal, sin dramas.
- Y Por supuesto nunca digas nunca ni siempre.
En el momento que no seguimos estas normas es muy fácil que la otra persona salte y quiera quitarte la razón o contra argumentarte por cuando sí lo hizo, o afirmar que a otros no les molesta su conducta y… Esto no es lo que tú quieres.
Por esto en los ejemplos anteriores digo:
“Hoy a las 11 de la mañana no estabas haciendo lo que se supone que deberías estar haciendo” en vez de «SIEMPRE te estés tocando las narices»
«Ver el desastre que hay por las zonas comunes de la casa» en vez de «SIEMPRE tienes todo esto hecho un desastre.»
Ves, en este ejemplo hablo de yo a ti, detallo el contexto claramente sin lugar a duda ni otras discusiones. Así que utiliza estas 3 reglas de oro para que la conversación no se disperse.
2º Expresar tus emociones, valores o creencias
Puedes hacerlo sin enrollarte, y lo mejor es que son indiscutibles. Nadie va a poder negártelo aunque lo intente.
3º Buscar una solución
En mi experiencia lo mejor es la negociación y haciendo partícipe a la otra persona. Esto se suele conseguir muy bien es y muy fácil con una pregunta abierta del tipo: ¿Qué haría falta para…? y sigues con el objetivo de tu petición. Así también vemos que posición ocupa la otra persona y cómo poder llegar a un acuerdo.
Por eso en los ejemplos he dicho:
“¿Qué haría falta para que te pusieras las pilas como hacemos todos hasta la hora del descanso?”
“¿Qué haría falta para que pusieras de tu parte y por lo menos limpiaras u ordenaras tus cosas?”
4º Las consecuencias de haber acuerdo
¡Siempre en positivo! No plantees las consecuencias como un castigo si no te hacen caso. Sí, puede funcionar pero no es lo más apropiado.
Así que piensa un poco como darle la vuelta a la tortilla y promover la conducta deseada.
Por eso en los ejemplos he dicho:
«…me encantaría trabajar contigo como equipo y tenemos que arreglar esto.”
«…me encantaría seguir compartiendo piso contigo.»
El orden no es importante, puedes alterarlo
Siguiendo este ejemplo del trabajador aquí tengo los 4 puntos de la siguiente manera:
1º Descripción de la situación:
«Hoy a las 11 de la mañana no estabas haciendo lo que se supone que deberías estar haciendo…«
2º Expreso mis emociones y/o pensamientos
«…a mí me sienta muy mal porque yo sí estoy trabajando y somos un equipo.»
3º Busco solución:
«¿Qué haría falta para que te pusieras las pilas como hacemos todos hasta la hora del descanso? «
4º Consecuencias de haber acuerdo
«Ya te digo, me encantaría trabajar contigo como equipo y tenemos que arreglar esto.”
Los 4 puntos juntos quedan como ya he expuesto:
«Hoy a las 11 de la mañana no estabas haciendo lo que se supone que deberías estar haciendo y a mí me sienta muy mal porque yo sí estoy trabajando y somos un equipo. ¿Qué haría falta para que te pusieras las pilas como hacemos todos hasta la hora del descanso? Ya te digo, me encantaría trabajar contigo como equipo y tenemos que arreglar esto.”
Pero si alterno el orden empezando por el punto 4 y sigo con el 3 y luego el 1 y el 2 podría de esta otra forma:
«Ya te digo, me encantaría trabajar contigo como equipo y tenemos que arreglar esto. ¿Qué haría falta para que te pusieras las pilas como hacemos todos hasta la hora del descanso? Hoy a las 11 de la mañana no estabas haciendo lo que se supone que deberías estar haciendo. A mí me sienta muy mal porque yo sí estoy trabajando y somos un equipo.»
No hace falta cumplir con todos los puntos para pedir algo correctamente
Los indispensables son el 3 y el 4:
«¿Qué haría falta para que te pusieras las pilas como hacemos todos hasta la hora del descanso? «
«Ya te digo, me encantaría trabajar contigo como equipo y tenemos que arreglar esto.”
¿Sencilla verdad? La teoría…
En la práctica cómo pedir algo para que te hagan caso es un arte difícil de dominar pero cada vez es más fácil si te lo propones. Lo mejor es que adaptar esta guía a cualquier situación y persona.
Cómo pedir algo para que te hagan caso puede ser complicado, por esto te aconsejo que primero pienses en esta guía y transformes tu petición de antemano. Te lo preparas un poco, y así luego puedas improvisar sobre está guía para que sea natural.
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