Son tiempos difíciles, para todos. Los que no trabajan porque llevan más de 14 días en casa sin salir apenas y los que trabajan porque temen infectarse. Pones la televisión y prácticamente todo son noticias del COVID-19 y si intentas ver otros programas la gran mayoría de los presentadores los ves retransmitiendo desde casa o hacen videoconferencias a otras personas.
Es difícil NO pensar en lo que está pasando. Tu cuerpo está en alarma constantemente y el estrés, la ansiedad e incluso la depresión empiezan a hacer mella. Además de todos estos problemas la convivencia puede complicarse por el dolor y el sufrimiento propio o ajeno. Empatizamos, es inevitable, y nos preocupamos por todo lo que está pasando y entonces surgen preguntas para cuestionarnos nuestro futuro cercano.
Te despiertas desmotivado por la mañana, sin saber muy bien qué hacer o para qué hacerlo… Desayunas sin ganas, sigues algunas de tus rutinas sin saber muy bien porqué. Al final tiendes a hacer siempre lo mismo, obviando muchas tareas y actividades que hacías y te quedas en el sofá viendo tus películas o series en la televisión porque es lo más cómodo. Del sofá a la cocina y de la cocina al sofá acaba siendo la rutina que ocupa todo tiempo. Cuando te quieres dar cuenta se te hacen las tantas de la mañana, te vas a dormir tarde y vuelves a levantarte cada vez más tarde y con las rutinas menos claras.
Te escribo este mensaje para decirte que los que estás sintiendo es normal y difícilmente lo vas a poder cambiar. No podemos cambiar nuestras emociones, pero sí podemos cambiar lo que hacemos con ellas.
Siendo congruentes con lo que necesita tu cuerpo y cómo cuidarlo puedes reducir estas emociones aversivas a su mínima expresión, que es de lo que se trata. Evita la rumiación, el arrepentimiento, autocompadecerte y busca la manera de llevar una rutina de auto cuidado para tener cuerpo en sus mejores facultades posibles.
Después de haber atendido durante estos últimos 10 día a personas con problemas por el confinamiento en casa me he animado a redactar estos puntos que TODAS LAS PERSONAS podrían plantearse para mejorar su calidad de vida en casa.
- Ejercicio/estiramientos: Unas tablas, unos vídeos o dibujos. Esto te ayudará a mantener tu cuerpo en forma, activo, libre de tensiones y te permitirá oxigenar tu cuerpo, sentirte bien y dormir mejor.
- Respetar tus horas de sueño: Márcate una hora de acostarte y de levantarte para no perder el ritmo del día a día.
- Ver paisajes o documentales. Si eres de las personas que les gusta la naturaleza ver fotos de paisajes o documentales te puede ser de gran ayuda para conectar con emociones de paz. Hasta las plantas del balcón te pueden beneficiar.
- Un horario de actividades y tareas: Hacer un horario con lo que quieres hacer por la mañana y lo que quieres hacer por la tarde. Con esto no acabarás haciendo siempre lo mismo. Es necesario tener un plan para poder hacer todo lo que quieras.
- Mantener el contacto con las personas fuera del hogar. Otros familiares, amigos, en especial si están solos. Llamar por teléfono o realizas una videoconferencia puede servir. Lo importante que sintáis el contacto. Sobre esto otra opción muy válida es realizar una videoconferencia o llamada en grupo. Es muy más divertido y trae conversaciones nuevas a la casa.
- Realizar manualidades: Puede que incluso sea un buen momento para aprender nuevas algo nuevo. Hay personas que les ha dado por la cocina y otras por pintar o hacer puzles, juegos de mesa. La cuestión es que descubras una nueva actividad que te resulte gratificante, fuera de tus rutinas y que te ayude a desconectar.
- Comida saludable: Es importante para el equilibrio del cuerpo. Has de saber que la alimentación es fundamental para la gestión emocional del cuerpo. En especial comidas equilibradas que favorezcan la flora intestinal.
- Un horario de comidas: Estipular un horario de comidas te ayudará a no caer en los picoteos, comer en excesos o a deshoras. Desayunos, almuerzos, comidas y cenas. De esta manera sabrás que comprar, que necesitas y mantener buenos hábitos alimenticios. Evita caer en el picoteo y descuidar tu línea.
- Escuchar tu música favorita o relajante: Mientras no haces nada, bailas, cantas, te duchas o realizas cualquier tipo de actividad. Es un complemento extraordinario para alegrar tu cuerpo y conectar con las emociones positivas.
- Mejorar y facilitar la convivencia: Las emociones son contagiosas y por eso te animo a que saques lo mejor de ti con las personas con las que convives. En momentos como esto el apoyo, el amor y el respeto son muy importantes al margen de las diferencias. Te animo a que saques lo mejor de ti en pro de la convivencia familiar.
- La meditación: La actitud, un estado de contemplación permisiva con aceptación y compasión, es de lo mejor que puedes hacer para combatir la ansiedad causada por tu propia lucha interna. Si quieres aprender Mindfulness gratis sigue este enlace.
Mi recomendación es que hagas un horario semanal en la que figuren tus actividades obligatorias, tus horas de comidas y de sueño. De esta manera tendrás la base de tu rutina que debes hacer sí o sí. Oblígate, aunque te cueste en algunos momentos. Lo agradecerás.
Sobre esto te quedarán muchos huecos en blanco sobra los que puedes improvisar con un listado de actividades flexibles y/o gratificantes con el fin de desconectar, relajarte y sentirte bien.
Yo quiero ayudarte y espero que te animes a contactarme.
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Recuerda que tú, eres lo más importante.
Un fuerte abrazo,
Ángel G. Lafournière