Tratamiento de la ansiedad generalizada
Has llegado a un punto en el que la preocupación se ha vuelto difícil de controlar y, en este último periodo de tu vida, has estado la mayor parte del día dándole vueltas a la cabeza, con mucha agitación interior. Con ansiedad. Algo que se ha vuelto constante con todo lo que esta situación limita cada uno de los aspectos de nuestra vida.
Ahora tu preocupación es intensa y no te permite descansar, ni aunque lo desees con todas tus fuerzas. Tus momentos de paz se ven saboteados por pensamientos intrusivos que te provocan una incómoda ansiedad. Quizás no sea demasiado intensa o sí, pero es constante: nunca te abandona.
Tiendes a anticiparte a los problemas y, sin causa aparente, los amplificas pensando en sus peores escenarios. Intentas prepararte por si acaso, pero a veces no te sientes capaz de afrontarlos satisfactoriamente y te bloqueas. Crees que lo mejor es no afrontar la situación.
Puede que intentes evitar la preocupación realizando cualquier actividad, viendo la televisión o distrayéndote con el móvil, pero da igual. En el fondo tienes asuntos pendientes de resolver, que no consigues soltar para estar en paz.
Está bien que quieras encontrar la forma gestionar tu preocupación y ganar en calidad de vida. La despreocupación total tampoco ayuda. Pero la preocupación continua, a veces por situaciones sobre las que no podemos influir, no es buena. Y puede convertirse en ansiedad generalizada.
Es entonces, partiendo de esa preocupación por tu preocupación (valga la redundancia en este caso), cuando buscas información en internet, te descargas alguna guía y miras vídeos de influencers del sector para encontrar respuestas a tantas preguntas. O no las encuentras o no son soluciones para ti. Y sientes que necesitas algo más.
No lo estás haciendo mal, está muy bien dar esos primeros pasitos para tratar el problema. Sin embargo, debes saber que, en la psicología, no existen manuales a la carta ni guías que valgan para todos. Cada persona es un mundo. Esto es lo primero a tener en cuenta: necesitarás una terapia enfocada en ti.
Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) vs ansiedad normal
¿Te preguntas si tu nivel de preocupación es normal? ¿Lo comparas con la manera en la que se preocupan las demás personas y sientes que tú te preocupas mucho más por las cosas?
Como psicólogo especialista en ansiedad generalizada, permíteme dejarte unas pinceladas para que puedas saber cómo distinguir la preocupación por ansiedad generalidad y la preocupación normal.
- Las personas con trastornos de ansiedad generalizada se preocupan todos (o casi) los días por cuestiones cotidianas. Mientras que los niños con ansiedad generalizada se preocupan en exceso por cuestiones y exigencias personales.
- La preocupación por la ansiedad generalizada es excesiva y desproporcionada. Además, interfiere significativamente en el funcionamiento del paciente. Sin embargo, las preocupaciones más manejables pueden ser aplazables si surgen asuntos más urgentes.
- Las preocupaciones por la ansiedad generalizada son más intensas, recurrentes e intrusivas que pueden darse en cualquier momento. Las preocupaciones normales no son excesivas y se perciben como manejables. Las puedes posponer sin grandes dificultades.
- Las preocupaciones por ansiedad generalizada causan síntomas físicos mentales y emocionales y las personas perciben este malestar y lo asocian a la preocupación constante y al deterioro de facultades propias a todos los niveles.
- Un problema que afecta a tu vida personal, social o laboral. Todo este malestar se debe a la preocupación constante, incluso al miedo a todos esos pensamientos y emociones que se generan por un estado de ansiedad generalizada.
Otras señales de ansiedad generalizada
Existen más signos que nos pueden indicar que estamos ante un caso de ansiedad generalizada. Asociados a la tensión muscular pueden aparecer temblores, contracciones nerviosas, inestabilidad y molestias musculares o dolor. Muchas personas con trastorno de ansiedad generalizada también experimentan síntomas somáticos (p. ej., sudoración, náuseas y diarrea) y una respuesta de sobresalto exagerada.
Otras afecciones que pueden estar asociadas con el estrés (p. ej., el síndrome del intestino irritable, dolor de cabeza) acompañan con frecuencia al trastorno de ansiedad generalizada.
Sin embargo, el ritmo cardíaco acelerado, dificultad para respirar, mareos son más característicos de los ataques de pánico y estos pueden acompañar la ansiedad generalizada. En otras ocasiones, este cuadro sintomático puede confundirse parcialmente con otros trastornos, como el trastorno obsesivo compulsivo, depresión y otros problemas de salud. Lo ideal es que un especialista en ansiedad generalizada nos ayude a distinguir si los síntomas físicos y mentales se corresponden, efectivamente, con un trastorno de ansiedad generalizada.
“El riesgo de padecer ansiedad generalizada es casi del 10% y el periodo de mayor vulnerabilidad se da en la etapa adulta.
Es de los trastornos más populares y supone un riesgo para la salud de las personas que puede desarrollar depresión.”
Síntomas de ansiedad generalizada
No siempre será así. Pero si te sientes identificado con 4 de estos indicios, podríamos valorar, a priori, que estamos ante un caso de Ansiedad Generalizada.
Tratamiento para la ansiedad generalizada
Te presentaré un plan de intervención adaptado a tu caso y te lo explicaré detalladamente para que sepas desde el principio todo lo que vamos a trabajar y la duración de la intervención.
La terapia cognitivo conductual ha demostrado ser el tratamiento psicológico para la ansiedad más eficaz para los pacientes con trastorno de ansiedad generalizada.
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1ª consulta psicología online gratis
Duración 25 minutos. Las demás consultas duran 55 minutos
Durante la 1ª consulta veremos con detalle:
- Tu motivo de consulta
- Origen e historia del problema
- Experiencia en tratamientos previos
- Situación actual
Una vez tenga toda esta información podremos hablar de:
- Objetivos terapéuticos
- Propuesta de tratamiento
- Duración y pronóstico de evolución
Preguntas frecuentes
Tu preocupación es excesiva con pensamientos intensos y recurrentes que difícilmente puedes ignorar. Sueles anticiparte a los problemas con el fin de resolverlos y poder descansar, pero acaba sucediendo lo contrario: tu mente siempre encuentra algo más por lo que preocuparse. Es un sin censar, algo que no te deja tranquilo o tranquila.
Llega un momento que te cuesta concentrarte o, sencillamente, tener esa paz mental que cualquier persona desea. Esa que antes sí tenías. Afecta a tu sentido del humor, te sientes más irascible y más sensible a los comentarios ajenos. Físicamente te sientes más cansado, con tensiones musculares e incluso con dificultades para dormir.
Sí, por supuesto. Y con mayor eficacia. ¿Por qué? Porque el método es el mismo, pero el entorno es muy favorable para los pacientes. Un entorno conocido, en el que se sienten seguros. Libres de miradas y libres de miedos. El contexto ideal para lograr los resultados deseados.
No. Rotundamente, no. El tratamiento para la ansiedad generalizada (TAG) no es un método de estudio, ni parecido. Sí que estará bien que aprendas algunos conceptos, pero lo haremos juntos, explicándote todo, paso a paso. Y aplicando todas las técnicas a situaciones cotidianas reales. Es decir, muchas de ellas te servirán para el día a día.